Sobre la institucionalización política del psicoanálisis y otros cuentos.
Sobre la institucionalización
política del psicoanálisis y otros cuentos.
Se concluye que el acto político no es un pasaje al acto propio de la
violencia directa, sino una forma de violencia simbólica que nos invita a
actuar, a tomar partido sin importar si se fracasa o no. Se basa en el
autorizarse en su deseo como acto emancipatorio del sujeto en relación con el
gran Otro.
Zizek
Para un grueso de psicoanalistas hay un deseo de
pertenecer, de constituirse bajo la mirada del amo que indique que se ha logrado
ser un psicoanalista bien formado, constituido bajo la luz que suele cegar de
una institución adoctrinada. Y es en ese hueco, en la falta (a), desde donde
narraré mi lectura. Pero qué es lo político, ya que de eso trata este título. Allevi [51] dice al respecto: «la política se vincula al
nivel óntico, en tanto conjunto de prácticas, instituciones y representaciones
que contribuyen a crear un orden social particular». Entonces, decimos que es
aquello que no promueve una estructura capaz de sostener una lógica.
Y en este caso es cuando Freud al crear el
círculo de los miércoles donde las reuniones eran para la construcción del
psicoanálisis en sus primeros inicios y que después de que tuviera diferencias
con Jung y se separaran y usará anillos para los adeptos más fieles nos hace
pensar en cómo la política ha jugado un papel importante en el inicio del
psicoanálisis y me parece que en sus inicios era de suma vitalidad que se
construyeran claras formas de pensar el psicoanálisis frente a un modelo
científico de ese tiempo, pues parte del deseo de Freud era establecerlo como
una ciencia a la altura de sus contemporáneas, como el intento que fue el
proyecto de psicología para neurólogos que termino en un cajón por reconocer su
imposible pero a pesar de ello no murió el deseo de Freud.Con esto es necesario
pensar que ese deseo de pertenecer a la ciencia, ahora positiva, ha
dejado marcas que las actuales instituciones no han podido resignificar. Tal es
el caso que para poder pertenecer a una escuela se debe analizar con los
miembros de la misma, pues se debe garantizar que se sigue la misma línea, el
mismo saber, el mismo deseo, entonces, ¿hacia a donde apunta la transferencia,
el deseo de la transferencia es puesto sobre un ideal, sobre el imaginario? Es el amo el que domina la institución
psicoanalítica, pero ¿no era para Jacques Lacan la caída del amo lo que hacía
que el sujeto existiera en su deseo? Por lo tanto, lo violento sería renunciar
al acto más creador de la singularidad, a las lecturas personales del
psicoanálisis y por personales me refiero a la historia del sujeto que se pone
en cuerpo en ese espacio de aprender/saber, a quien define su deseo a partir
del deseo institucional. Cito[53] a Lacan: «ustedes quieren un amo y lo van a
tener». No sé si Lacan sabía que un día llegaría esta frase a los
psicoanalistas que se hacen llamar «lacanianos».
Pero también existe por la libre, no
hacer escuela y eso implica que de nuevo pensemos en esta frase que traigo hoy:
«el analista se autoriza por el mismo». Nótese que existe una tercera persona y
no un por sí mismo. Lejos del debate, el analista podría pensarse que el
solo con sus lecturas será un analista y si sus pacientes le nombran analista,
pues ya está. Sin embargo, pensemos que se vuelve esclavo de su propio discurso,
negando al Otro, pero no dando la posibilidad de que exista en falta; parece
que esa negación del Otro solo es semblante y no barrado, o sea, puesto en
relación a mi falta con el gran Otro. Lo que quiero decir es que sin una
relación con el otro el psicoanálisis quedaría situado en un límite como cuando
Freud se buscaba analizar a sí mismo donde no hubo realmente una mejora
significativa
Por
ende, se necesita repensar cómo hemos venido repitiendo las neurosis de las
escuelas psicoanalíticas, que mucho se ensimisman y poco invitan a sus
analistas a adentrarse en lo real y en aquello que demanda un nuevo paradigma
del psicoanálisis; uno donde se piense la escuela desde el discurso, desde el
análisis de discurso y se involucre a las ciencias que han hecho un nuevo
cambio en la actualidad, para dejar de ser puro cuento en el imaginario y
anudarnos a una época que nos demanda y exige atender lo que ocurre en el
contexto. Tomar una posición topológica.
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